En un movimiento que subraya la estrategia de China para consolidar su independencia tecnológica, Pekín ha decidido prohibir que empresas locales como ByteDance y Alibaba compren o prueben los chips de inteligencia artificial de Nvidia destinados al mercado chino. Esto marca un capítulo más en la ya tensa batalla comercial entre Estados Unidos y China, con el gigante asiático dando pasos significativos para reducir su dependencia de las tecnologías estadounidenses.
La Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha establecido esta nueva normativa, que afecta al RTX Pro 6000D de Nvidia, el chip más reciente especialmente adaptado para el mercado local. Previo a la medida, varias compañías estaban dispuestas a adquirir miles de estas unidades, pero ahora se encuentran con la exigencia de cancelar pedidos y detener pruebas. Este movimiento refleja un creciente entusiasmo por el desarrollo local de procesadores, con empresas chinas como Huawei y Cambricon elevando el rendimiento de sus semiconductores para igualar o incluso superar a los de Nvidia.
Esta situación coloca a Nvidia en una posición complicada. Jensen Huang, su CEO, expresó su decepción pero también mostró comprensión frente a las decisiones comerciales del gobierno chino. La compañía ya había enfrentado restricciones previas cuando Estados Unidos le prohibió vender productos avanzados a China, lo que obligó a crear modelos específicos. A pesar de la flexibilización parcial de Washington en julio, la pérdida de este mercado crucial llega en un momento delicado para Nvidia, justo cuando el sector de inteligencia artificial está en pleno auge.
En el contexto global, este reforzamiento de la independencia tecnológica por parte de China es sólo una pieza más de una estrategia a largo plazo. Al buscar triplicar su producción de procesadores IA, China no sólo pretende competir con Estados Unidos, sino también blindarse contra potenciales barreras comerciales en el futuro. Esta maniobra resalta la dedicación de Pekín a construir un robusto ecosistema tecnológico nacional, estableciendo bases firmes para un crecimiento sostenido en el campo de la inteligencia artificial, a la par que promueve la autosuficiencia en semiconductores. Este enfoque no solo constituye un desafío para jugadores internacionales como Nvidia, sino que redefine el panorama tecnológico global.





