En un mundo donde las poblaciones de insectos están disminuyendo a un ritmo alarmante, las hormigas de Fiji pueden estar representando un importante papel de advertencia. En 2017, un estudio en Alemania reveló que las poblaciones de insectos habían disminuido en dos tercios durante los últimos 25 años. Este descubrimiento impulsó a la prensa a declarar que nos encontramos en medio de un ‘apocalipsis de insectos’. Sin embargo, las razones detrás de esta desaparición masiva no estaban claras hasta que un equipo conjunto de científicos japoneses y australianos decidió investigar más a fondo.
Este equipo de investigadores decidió centrar su atención en las hormigas debido a su diversidad y a los métodos sistemáticos que existen para su recolección. ‘En nuestro trabajo, nos enfocamos en las hormigas porque tenemos formas sistemáticas para recolectarlas’, explica Alexander Mikheyev, biólogo evolutivo de la Universidad Nacional de Australia. Eligieron las islas Fiji como sitio de estudio debido a su equilibrio ideal entre aislamiento y diversidad, lo que proporciona un entorno perfecto para el estudio comparativo de las poblaciones de insectos. De hecho, el archipiélago de Fiji, compuesto por 330 islas, ofreció a los científicos una ventana única a la dinámica de las poblaciones de insectos a lo largo del tiempo.
Una de las diferencias clave comparadas con estudios anteriores, fue la capacidad de Mikheyev y su equipo para examinar poblaciones de insectos a través de miles de años, y no solo las últimas décadas. ‘La mayoría de los estudios anteriores se basaban en datos observacionales, que podían abarcar únicamente el último siglo’, comenta Mikheyev. El verdadero desafío fue llevar a cabo un estudio de genómica comunitaria, analizando el material genético de grupos enteros de organismos. Este enfoque permitió a los científicos evaluar las tendencias a largo plazo en las poblaciones de hormigas, lo que antes parecía imposible debido a la dificultad logística de recolectar miles de hormigas de cientos de especies en todo el archipiélago.
El estudio de Mikheyev y su equipo no solo abre nuevas posibilidades para comprender mejor los cambios en las poblaciones de insectos, sino que también destaca la importancia de llevar a cabo investigaciones a largo plazo y de comprender la biodiversidad a nivel genético. El trabajo en Fiji podría servir como un modelo crucial para otras regiones del mundo, donde las poblaciones de insectos podrían estar enfrentando amenazas similares. En definitiva, las hormigas de Fiji están revelando no solo los secretos de su pasado, sino también posibles soluciones para un futuro donde el equilibrio ecológico global está en juego.





