Atravesar el mar Rojo y el canal de Suez se ha convertido en un desafío desde finales de 2023, un reto que pocas navieras están dispuestas a enfrentar. La situación se debe a los ataques perpetrados por la milicia hutí, respaldada por Irán, quienes han hundido barcos comerciales como represalia a objetivos vinculados directa o indirectamente con Israel. Esto ha desviado rutas marítimas hacia el cabo de Buena Esperanza, lo que conlleva retrasos y costos significativos para las empresas. Sin embargo, una alternativa interesante ha surgido recientemente: el transporte de coches chinos, que está navegando por esta ruta sin incidentes.
Algunos analistas aseguran que esto no es una casualidad. La relación comercial entre Irán y China, donde Irán exporta gran parte de su petróleo al gigante asiático, parece jugar un papel crucial. Gracias a esta colaboración, los barcos que transportan vehículos fabricados en China han logrado pasar indemnes, aportando a los fabricantes como BYD y SAIC Motor grandes ventajas logísticas. Esto se traduce en ahorros significativos; hablamos de entre 14 y 18 días menos de navegación y un considerable ahorro en costos por automóvil transportado. Frente a las sanciones europeas, que incluyen aranceles de hasta un 35 %, estos ahorros son un alivio importante.
Mientras los fabricantes de autos de Japón, Corea y algunos de Europa continúan evitando estas aguas, la industria automotriz china avanza a toda máquina, no solo en términos de transporte sino también en producción. Para compañías como Volvo, Tesla, y otros, parar la producción no es una opción, pero ante la inseguridad en el mar Rojo se ven en la necesidad de tomar rutas más caras y lentas. A la par, los astilleros chinos proveen a sus aliados con modernos barcos Ro-Ro, verdaderas maravillas flotantes, que pueden transportar miles de coches en cada recorrido, todo con la eficiencia que requiere la competencia global.
Es interesante reflexionar sobre cómo este as bajo la manga permite que los autos eléctricos chinos se mantengan competitivos en el mercado europeo, a pesar de los aranceles. Este esfuerzo no solo muestra el poder logístico de China, sino también su capacidad para adaptarse y prosperar bajo presión internacional. Esta situación es un espejo del dinamismo del comercio mundial, en el que las reglas del juego cambian rápidamente, y la innovación y estrategia se vuelven esenciales para mantenerse en el juego.





