En un movimiento que redefine el compromiso con la sostenibilidad, Google ha firmado el mayor acuerdo de energía hidroeléctrica de la historia. Este pacto, valorado en 3.000 millones de dólares con Brookfield Asset Management, asegura a la tecnológica el acceso a hasta 3 gigavatios de potencia hidroeléctrica en Estados Unidos durante los próximos 20 años. Este contrato no solo es el más grande de su tipo en el mundo corporativo, sino que también subraya la creciente demanda de energía limpia y constante por parte de las grandes tecnológicas, especialmente para alimentar sus desarrollos en inteligencia artificial.
El acuerdo inicial incluye el suministro de 670 megavatios de potencia provenientes de las instalaciones hidroeléctricas Holtwood y Safe Harbor en Pensilvania, con la posibilidad de expandir la capacidad hasta los 3 gigavatios. Paralelamente, Google anunció una inversión de 25.000 millones de dólares en centros de datos en la región, señalando un compromiso a largo plazo con el desarrollo de infraestructura sostenible. Este giro hacia la energía hidroeléctrica, considerada una fuente ‘firme’ de energía renovable, refleja una estrategia más amplia para garantizar un suministro constante, independientemente de las condiciones climáticas o la hora del día.
Este acuerdo llega en un momento crítico, donde el consumo energético de los centros de datos y la inteligencia artificial está alcanzando niveles sin precedentes. Según la Agencia Internacional de la Energía, para 2030, Estados Unidos podría consumir más energía procesando datos que en la fabricación de aluminio, acero, cemento y productos químicos juntos. Frente a este escenario, Google no está solo en su búsqueda de soluciones energéticas sostenibles. Otras gigantes como Meta, Microsoft y Amazon también están cerrando acuerdos similares, marcando el inicio de una nueva era en la generación y consumo de energía limpia.
Este acuerdo no solo es un testimonio del compromiso de Google con la sostenibilidad, sino también un llamado a la acción para la industria tecnológica en su conjunto. A medida que la inteligencia artificial se integra cada vez más en nuestras vidas, la necesidad de fuentes de energía limpias y confiables nunca ha sido más urgente. Google está liderando el camino, pero el desafío es colectivo. El futuro de la tecnología y la sostenibilidad están inextricablemente vinculados, y solo a través de la innovación y la colaboración podremos asegurar un mañana más verde y sostenible.





