La inteligencia artificial ha irrumpido en las oficinas de América Latina de una manera que pocos hubieran imaginado. A falta de herramientas oficiales desde los departamentos de TI, los empleados están allano el camino por sí mismos. El estudio “Work: In Progress”, llevado a cabo por Google Workspace, IDC y Provokers, ha revelado que hasta un 67% de los profesionales en México ya emplean asistentes de IA personales en sus tareas diarias. Este fenómeno ha reforzado lo que se conoce como “Shadow AI”, una tendencia donde los trabajadores avanzan más rápido que las políticas corporativas.
La adopción no ha sido impulsada únicamente por la innovación, sino por su practicidad y accesibilidad. Mientras solo el 35% de las empresas ofrecen estas herramientas de forma oficial, un gran número de empleados ha recurrido a soluciones personales, encontrando en ellas opciones más eficientes y accesibles. De hecho, el 30% de las empresas cuentan con políticas de uso, pero la realidad es que gran parte de la operación se lleva a cabo sin ser detectada por los sistemas de TI. Sin embargo, la falta de gobernanza clara podría desencadenar problemas de seguridad y privacidad significativos.
El interés por dominar la inteligencia artificial es significativo. El estudio prevé que en los próximos dos a cinco años, desarrollar habilidades en IA será indispensable. Esta habilidad podría ser tan valiosa, o incluso más, que contar con un posgrado. Tal es el cambio que, ante la falta de capacitación corporativa, muchos profesionales están optando por aprender por su cuenta: un 48% lo hace de manera práctica y otro 48% a través de investigaciones en internet.
Este fenómeno plantea un desafío urgente para las empresas. Es fundamental cerrar la brecha ofreciendo plataformas seguras y establecer directrices claras que regulen el uso de la IA para mitigar los riesgos inherentes al uso de herramientas personales. La realidad es que la adopción de la IA ya es un hecho y, ante la inevitable integración en el futuro del trabajo, las organizaciones deben tomar cartas en el asunto. Serán decisivas las acciones que tomen para asegurar un manejo controlado de la información y promover en sus filas un uso responsable y eficiente de la inteligencia artificial.





